Fiesta Fin de Curso (Los Cristos 2007)

CristosYa estoy de vuelta (y más que yo no lo puede sentir nadie) del pueblo y de sus fiestas que para mí como para muchos otros significan el final del verano, el final del curso, despedirse por un breve tiempo del pueblo, de Gredos, de Alardos y la vuelta de la burra al trigo.

Este año ni siquiera he podido "comerme la vaca" pero si he disfrutado de los pre-cristos como mandan los cánones. Disfrutar de la música y bailes de las jotas en la Plaza de la Biblioteca el jueves y bajar después a darlo todo mientras te llegan mensajes desde Madrid de la gente ansiosa por llegar no tiene precio.

El viernes es un subidón constante ver cómo se va llenando el pueblo, como hay mil saludos, mil abrazos, mil besos, gente que vemos de año en año en algunas ocasiones, pero que no faltan, y no fallan en estas fechas.

CristosEmotivo el pregón de Pepe Viyuela, que supo poner palabras a eso que tenemos dentro los "forasteros" de Madrigal que nos sentimos madrigaleños, cachondo como siempre el concurso de misses y misters y a cenar un poquillo y a la fiesta de bar en bar y en la Plaza del Pueblo… y hasta aquí puedo recordar.

El sábado es el día para los valientes: cañas desde bien tempranito, en seguida aparecen chubasqueros, neoprenos y pistolas de agua, cauce para los novatos y música para todos. La vaquilla mojada se puede alargar hasta la media noche… para el que aguante y quiera empalmar con la orquesta y la discoteca móvil… uno que está mayor y sabe regular prescinde de la música machacona para encarar el domingo de cañas, vaquilla y la gran orquesta del habitual Totti con energía y moral suficiente… en la madrugada del domingo al lunes apenas un puñado de espartanos se reunen en la plaza del pueblo, un diez para ellos y para la orquesta que nos anima.

CristosEl lunes fiesta de mayores (¡¡estos sí que tienen marcha!!) con sus misses, sus misters, sus bailes y sus comilonas, más cañitas y a despedirnos de la vaquilla mojada hasta el año que viene… ¡pobre de mí! A hacer el petate y a volver al trabajo, a Fuenlabrada y al otoño. Otra vez echando de menos Madrigal y sobre todo, a sus madrigaleñ@s.

Esta entrada fue publicada en Madrigal de la Vera, Muy personal. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *