Jornada 5, Gijón, Aboño, Albandi y Arriondas

SidreríaViernes, 8 de Agosto de 2008, nos levantamos sin apenas resaca y nada más después del desayuno nos fuimos a comer a Albandi, a una sidrería al aire libre donde nos metimos una parrillada entre pecho y espalda que nos resucitó y nos dió fuerzas para el día que teníamos por delante.

Para el postre fuimos a hacer una visita a la Sidrería El Peñón, donde, como buenos turistas, nos hicimos con una cajita de zumo de manzana y degustamos directamente de las grandes barricas, viendo los lagares y demás artilugios para la elaboración de la sidra.

Llegamos a la parte nostálgica del viaje (bueno, sólo para mí) y fue la visita a Aboño, posiblemente el pueblo-barrio más feo de todo Gijón, con una fábrica cementera a un lado y una central térmica a otro, rodeado de montañas de cemento y carbón y sin apenas unos metros de playa, sucia playa. Allí me crié, estuve desde los dos meses hasta cumplir el medio año ya que mi padre estuvo trabajando por la zona. Luego volví, alrededor de seis años después, a pasar un verano… y la verdad es que aunque no me acordaba demasiado del sitio, me resultaba familiar.

ArriondasUna vez dejada atrás la estación de tren de Aboño, ya íbamos planificando nuestra imprevista visita al Sella, parada en el Alcampo (comida y bebida) y en el Decathlón (tienda de campaña y saco de dormir) para subir a Arriondas totalmente equipados, previa parada en el Mirador del Fito para disfrutar de unas maravillosas vistas con el Mar Cantábrico al Norte y los Picos de Europa al Sur.

Raúl, David y yoUna vez en Arriondas montamos la tienda en un periquete (fácil, como dice el anuncio) y nos fuimos a dar una vuelta para ver el ambiente. Impresionante el gentío congregado en pueblo tan pequeño, orquestas por las calles, música, sidra y tiendas de campaña a cientos. Suerte que tuvimos que nos tocaran unas vecinas bastante majas con las que compartimos copas y salida nocturna. Por si fuera poco, entre tanta gente, me encontré con dos ex-compañeros de curro y fútbol-7, Rául y David, el mundo es un pañuelo.

Bebimos, reímos, cantamos, bailamos y dormimos, aunque esto último, bastante poco…

Mapa de la jornada 5 

 

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