Ecuador: Jornada 9. Baños (El Pailón) y Tena.

Pailón del Diablo

Pailón del Diablo

Domingo, 23 de Enero de 2011.

Amanece lloviendo así que nuestro plan inicial de hacer la bajada en bicicleta no es viable. Tenemos que coger un Bus hacia el Pailón ($1). Las vistas desde las ventanas del viejo vehículo son expectaculares, en bici hubiera sido una experiencia maravillosa… otra vez será.

Una vez en el Pailón del Diablo hay que pagar para entrar ($1), es llamativo pero todo esto es propiedad privada. Las fincas que rodean la cascada son todas particulares.

El dueño de la finca inferior, que tiene montadas unas pasarelas con barandillas para acceder lo más cerca posible al salto de agua, nos cuenta que está pasando malos momentos, que cada vez hay menos visitantes y el negocio apenas es rentable.

Le dejamos y nos acercamos al Pailón, nos calamos pero disfrutamos de la fuerza del agua. Por suerte han encendido el fuego en el bar-restaurante y a la vuelta ponemos las zapatillas y ropas a secar mientras nos tomamos un chocolate (aunque el cacao aquí crece espectacular, el chocolate no es muy bueno para mi gusto).

Al acceder a la finca superior, que ofrece una visión distinta del salto de agua ($1), nos recibe su dueño, un italiano bohemio, pintor y albañil que está haciendo también pasarelas, miradores y barandillas de manera artesanal. Le queda mucho trabajo por delante. Parece que el fumeteo de hierbas varias no le permitirá alcanzar mucha velocidad, pero tampoco parece que le preocupe en exceso.

El Manto de la Novia

El Manto de la Novia

Tras habernos hartado de Pailón nos disponemos a regresar a Baños haciendo escala en El Manto de la Novia, para llegar aquí cogemos una furgoneta… más bien ella nos coge a nosotros ya que vamos en el maletero abierto. El Manto de la Novia era originalmente una cascada que, con motivo de la última erupción del Tunguragua quedó bloqueada dividiéndose en dos actualmente. Existe una tarabita (como un teleférico pero en forma de jaula) que cruza el cañón sobre el Río Pastaza y da acceso a la misma. Sergio no se lleva muy bien con las alturas así que nos damos una pequeña paliza para hacer el trayecto a pie descendiendo la escarpada ladera y cruzando sobre el puente colgante.

De vuelta a Baños para comer vamos a por una trucha del Pastaza con arroz ($2,5), mucho arroz, demasiado, como siempre. Nos despedimos Sergio y yo, ya no nos veremos hasta que vuelva a España. Sergio se dirige de nuevo a Ríobamba y yo voy hacia El Amazonas, hacia Tena, me esperan unas cuantas horas de autobús ($4).

Nada más pisar Tena, ya de noche, el calor es sofocante. No es cuestión de temperatura, sino de humedad. Pateo gran parte de la ciudad tanteando hoteles y hostales. Me cuesta dar con uno barato pero al final lo encuentro ($9). Una vez descargada la ropa y después de una ducha (imposible secarse aquí) salgo a cenar. Hoy toca hamburguesa en una terraza ($3) y al amanecer tocará buscar plan para adentrarse en El Amazonas. Hasta mañana.

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