Otra jornada más hacen el ridículo

Invasión de campoHacerse más de diez horas de carretera (Madrid-Sevilla, Sevilla-Madrid) para ver como tu equipo encaja cinco golitos sin que los jugadores sientan lo más mínimo la camiseta es un castigo muy serio.

Que quieras ejercer tu libertad de expresión para al menos desahogarte y decirles cuatro cosas a jugadores y directivos (títeres) y que los antidisturbios te echen de la calle como si fueras un delincuente es ya para cabrear a cualquiera.

Pues eso es lo que nos tocó este fin de semana.

Carga en la calleAl final, como viene siendo ya tristemente habitual, un puñado de mercenarios con la elástica verdiblanca intentaron arruinar otro fin de semana en Sevilla, y no pudieron porque pasé un par de días con El Betis, con mayúsculas, porque El Betis es toda esa gente con la que voy a Sevilla o encuentro allí y comparto el Sentimiento Verdiblanco (y amistad, que ya son muchas).

Esta semana que viene el desenlace (¿vamos al Sardinero otra vez?) que nos dirá si el año que viene vamos a Valladolid o a Salamanca, a Valencia o a Alicante… en primera, segunda o tercera, bético hasta que me muera.

 

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