Argentina: Jornada 5. Nos quedamos en Iguazú

Miércoles, 4 de Noviembre de 2009.

Este día teníamos programada la salida hacia Ushuaia, en la Patagonia, pero sufrimos una avería en el avión que casi le cuesta un infarto a la pobre Arancha.

Pasamos más de seis horas en el aeropuerto esperando noticias positivas del aparato pero nada, no había nada que hacer. Nos dieron «vouchers» para comer (una milanesa que parecía la suela de una bota militar), y después para un hotel para pasar la noche mientras venía otro avión a Iguazú para transportarnos.

Después de unos cuantos motines de viajeros (algunos fueron realojados en otros aviones rumbo a BsAs y así hacer escalas a sus destinos incluso dejando las maletas en Iguazú) y de entablar relaciones con prácticamente todos los afectados pasamos el día en el aereopuerto, del sillón al mostrador y del mostrador al sillón.

En principio nos dieron dos hoteles para elegir, por el nombre no teníamos ni idea, pero ante la duda… lo que diga la rubia (una más de las afectadas) y tuvimos la suerte de que nos tocó un hotel de cinco estrellas (gran piscina, jacuzzi, cama de lujo,…).

Lo primero que vimos cuando hacíamos el check-in fue bajar a «Los Josebas» (mote que habíamos puesto a una pareja de Bilbao) con el albornoz puesto rumbo al jacuzzi, así que dejamos las maletas rápido en la habitación y nos unimos a ellos. Después a la piscina, donde parece ser que el nudismo estaba permitido ya que una mujer exhibía su «parrús» con total tranquilidad.

Finalmente fuimos invitados a cenar un bife de gran calidad y, como empezaba a ser habitual, con musica en directo para amenizar la velada. Después de todo, no nos había salido mal la avería en el avión, aunque nuestras excursiones y actividades en la Patagonia peligraban por los ajustes de horarios…

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